Parques Tecnológicos: Desarrollo Económico a partir de la innovación
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La constante irrupción de nuevos conocimientos y tecnologías ha provocado una vorágine de cambios que afectan todos los ámbitos de la actividad humana, al transformar la forma en que las personas trabajan, socializan, aprenden, consumen, comunican y divierten.
Por ello a la era actual se le ha denominado como la era del conocimiento, precisamente por ser este atributo el que describe de mejor forma a una sociedad capaz de generar, apropiar y utilizar al conocimiento para resolver los retos a los que se enfrenta e impulsar su propio desarrollo.
La actividad económica también ha sido fuertemente impactada por este proceso, por lo que en la actualidad la generación de riqueza se encuentre mucho más vinculada a la capacidad para generar innovaciones tecnológicas que a la existencia de otros factores, antes fundamentales, como el acceso a ciertos recursos naturales, a capital financiero o a una determinada fuerza laboral.
La relación entre en el desarrollo tecnológico y el crecimiento económico se explica fundamentalmente por el enorme potencial que tiene la tecnología para elevar considerablemente los niveles de productividad de casi cualquier actividad. Por citar un ejemplo, los Estados Unidos lograron duplicaron su tasa global de productividad en tan sólo diez años como resultado de la intensiva integración tecnológica que se dio en su economía durante la década de los noventa.
No obstante, la adopción de estas nuevas tecnologías no se ha dado de manera uniforme, creando una brecha importante entre aquellas regiones que generan riqueza a partir de modelos económicos basados en el trabajo y aquellas que lo hacen basados en el conocimiento. Por ello se requiere de nuevas políticas y acciones que faciliten y aceleren su plena inserción en la nueva economía del conocimiento.
Así, las regiones que quieran aprovechar este nuevo paradigma deben necesariamente fortalecer sus procesos de desarrollo científico y tecnológico asociándolos estrechamente a la actividad productiva que se realiza en su entorno económico. El objetivo de esta vinculación es la de formar un circulo virtuoso que le permita a las empresas incrementar su competitividad al disponer de tecnología de punta, al mismo tiempo que a los centros de investigación les posibilita rentabilizar su actividad mediante la comercialización de las innovaciones que genera.
Un modelo que ha probado ser eficaz en la articulación de estos actores es el de los parques tecnológicos, el cual sigue la línea de éxito marcada hace algunas décadas con el surgimiento de los parques industriales. Un parque tecnológico generalmente está integrado por una sería de agentes ⎯empresas, universidades, centros de investigación y proveedores de servicios, tanto públicos, como privados⎯ que se dedican a actividades productivas vinculadas entre sí y que se caracterizan fundamentalmente por hacer un uso intensivo del conocimiento y la tecnología.
Al igual que los parques industriales y que otros modelos de articulación productiva basados en la generación de clústeres o conglomerados estratégicos, los parques tecnológicos parten de la premisa de que la convivencia que les brinda la cercanía geográfica a estos actores, indefectiblemente resulta en una mejor articulación de sus actividades productivas. Diversas experiencias alrededor del mundo han demostrado el éxito de este modelo en la conformación de una nueva cultura de colaboración que sustenta los procesos de innovación y de desarrollo regional.
Por todos estos efectos es que la necesidad de impulsar la creación de parques tecnológicos adquiere una mayor trascendencia para la inserción de las regiones en la nueva era del conocimiento y promover un desarrollo económico más vigoroso y equilibrado.
Porque al crear un entorno propicio para la cooperación y la transferencia de tecnología entre las comunidades tecnológicas, científicas y empresariales se potencian las oportunidades para ir transformando el perfil tecnológico de las empresas que forman una economía. De tal modo que a la par de aumentar el grado de tecnificación de las actividades productivas, también se incrementa la productividad, la competitividad, la generación de riqueza y el bienestar de todos sus integrantes.
Si partimos de que la innovación es el punto donde convergen las fuerzas creadas, por un lado, por la demanda existente en el mercado de nuevos y mejores productos, y, por otro, por la oferta de nuevas tecnologías creadas por los procesos de investigación y desarrollo. A manera de conclusión, se puede afirmar que el parque tecnológico es sin lugar a dudas el espacio más propicio para detonar la innovación, al reunir en un mismo espacio a quienes perciben la demanda del mercado y a quienes crean la oferta tecnológica.